Cada una de
las cuatro torres angulares del edifico de la
Lonja presenta una gran imagen escultórica que corresponde a un santo. Lamentablemente,
falta una, la que representaba a Sant Nicolau, perdida durante el siglo XIX.
Estas imágenes ocupan la parte central del alzado de la torre correspondiente.
Tienen la particularidad de que la escultura de cada santo se orienta hacia
puntos de referencia coincidentes con los templos de que son titulares las
imágenes: la de la torre suroriental representa a Santa Clara, orientada aproximadamente hacia el convento y la
iglesia homónimos. La de la torre nororiental representa a Sant Joan Baptista, directamente encarada al cercano templo de Sant
Joan de Malta, antiguamente de los caballeros santjoanistes o hospitalers.
La de la torre noroccidental representa a Santa
Catalina (con la rueda del martirio) y, efectivamente, mira haca el antiguo
hospicio de de Santa Catalina del Pobres,
que ha dado lugar a la actual barriada de Santa Catalina. De la cuarta torre,
la sudoccidental, ya hemos mencionado que falta la imagen de Sant Nicolau, actualmente desaparecida; no obstante, podemos completar las
referencias de las orientaciones originales del plano de la obra, en que la
imagen de Sant Nicolau se orientaba hacia lo que fue la pequeña iglesia de Sant
Nicolau de Portopí.
Además del
conocido y espléndido Ángel de la
Mercaderia, que preside el portal principal de la Lonja, situado a levante,
en el portal de poniente también hay un conjunto escultórico que presenta una
imagen de la Màre de Dèu con un ángel
encima. La posición auténticamente malabarista del ángel, que muestra los pies
levantados hacia arriba, la ha hecho popularmente conocida con el nombre de Màre
de Dèu del Granot.
Completan este
importante conjunto escultórico tres series de imágenes: en el exterior, hay
diez grandes gárgolas que representan animales fantásticos; mientras que, en el
interior, en primer lugar, está la representación de los cuatro evangelistas,
situados encima de cada portal de acceso a las torres. También en el interior,
una serie de ligeros ángeles cierran las nervaduras de las bóvedas ojivales, en
las correspondientes claves de bóveda.
Precisamente una
de las gárgolas muestra un curioso mensaje. Se trata de la gárgola más
occidental de las situadas en el lateral norte de la Lonja, en el carrer Llotja del Mar, y se encuentra,
por tanto, al lado de la imagen de Santa Catalina. Esta escultura representa un
gran león que en su parte baja muestra una filacteria con la inscripción “Oh
como és fret”. Quién sabe si recuerda al viandante atento que se
encuentra en medio de la bella calle, sin cobijo, aguantando las bajas
temperaturas y la humedad de cualquier mañana del invierno mallorquín.
Bibliografía: “Palma, ciutat de llegenda. Itineraris pels mites,
les llegendes, les curiositats i els detalls de la ciutat de Mallorca”, de
Gaspar Valero i Martí.
Fotografías: Virginia Leal.
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