El Torrent de Pareis es, sin duda, el paisaje más extraordinario de la Serra de
Tramuntana. Este sorprendente fenómeno geológico, alojado por visitantes,
poetas, músicos y pintores, como Jeroni de Berard, Llorenç Riber, Miquel Costa
i Llobera, Guillem Colom, Joaquim Mir, Rusiñol, Luis Salvador de Hasburgo y
Lorena…alberga, además, una gran tesoro de flora y fauna, y entre sus
acantilados guarda una serie de interesantes historias y leyendas cargadas de
misterio. En Sa Calobra entramos en
un área ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) que se extiende hasta
el cabo de Formentor.
El Port de Sa Calobra es uno de los puntos de mayor atractivo turístico de Escorca y de toda
la isla. Este lugar no se consolidó como lugar habitado hasta finales del siglo
XVIII, por el miedo que tenían los pescadores de los frecuentes desembarcos de
piratas que se alojaban en busca de refugio, aprovisionamiento de agua y
discretas rutas y poco vigiladas para sus fechorías ya en tierra. El Port ya
aparece documentado a finales del siglo XVI, aunque los pobladores permanecían
en el núcleo antiguo de Sa Calobra. Este pequeño puerto ha sido siempre la
puerta de comunicación de los alrededores. Hoy en día se ha convertido en uno
de los lugares de mayor atracción turística de Mallorca. Numerosas barcas
cargadas de visitantes hacen la ruta de ida y vuelta desde el Port de Sóller
así como una caterva de autocares recorre la sinuosa carretera de Sa Calobra,
enlazando con la ruta de Lluc a Sóller.
El primer
trazado de esta carretera, de unos 12 km de recorrido dificultoso, fue
proyectada en el año 1920 por Gabriel Roca Garcias, pero no fue hasta el año
1933 cuando se inaugurara el trazado actual, apto para el tránsito, y acabado
según un proyecto del ingeniero Antoni
Parietti Coll.
La historia de
Sa Calobra tampoco está exenta de
las manifestaciones de peligro que llegaban del mar, y que durante largas
décadas trajeron de cabeza a los calobrins.
En 1531 el pirata Barba Roja atacó Pollença y también Sa Calobra, donde hizo
numerosos cautivos. En 1568 aparece en los documentos que Andreu Colom
“Calobra” era prisionero en tierras sarracenas y en el año 1599 es Joan Colom
“Calobra” quien sufre cautiverio. Uno de los acontecimientos más tristes que se
recuerda en Escorca es el sucedido el 11 de octubre de 1557, recordado todavía
como el de la “desgracia de los moros”, cuando un numeroso grupo de sarracenos
entró por esta cala e hizo destrozos en Albarca.
Se puede bajar
al arenal por unas escaleras indicadas con rótulos. Al ras de la playa podemos
encontrar todavía algunas casetas de pescadores por en medio del entramado de
bares y restaurantes turísticos.
Un vial
asfaltado conduce a la placeta d´en
Vidal, dedicadas a Francesc
Vidal Sureda (1888-1942) por su dedicación a favor del turismo en Mallorca.
Desde la placeta, conocida también con el nombre de Racó d´en Lluc, a través de
unos túneles de unos 200 metros de longitud y perforados en los acantilados,
comunicamos con la desembocadura de el
Torrent de Pareis. Antes de la construcción de este acceso, realizado en el
año 1950, el camino entre el torrente y el puerto se hacía a través de un dificultoso paso
escalonado llamado Carrer Nou, el cual aprovechaba un saliente de los peñascos.
El
espectacular escenario de s´Olla es
el contrapunto más absoluto a la sensación de estrechez y oscuridad del
pasadizo agujereado. El pequeño camino da la sencilla plataforma donde tiene
lugar el “Concierto del torrent de
Pareis”, una cita anual con el canto coral, instaurada por iniiativa del
pintor Coll Bardolet desde el año 1963.
En un rincón
podríamos ver brotar a borbotones la caprichosa fuente salada. Esto solo se
produce en condiciones especiales y su caudal, como indica su nombre, es
salado. De entre la vegetación destaca el aliso, un vistoso arbusto de hoja
caduca. Los meses de verano, la playa se ve invadida por multitud de
veraneantes.
Vídeo
Bibliografía
SASTRE,
Joan y SASTRE, Vicenç (2004): “Mallorca vora mar. Marines de Tramuntana”. Ed. La
Foradada / J.J. de Oñaleta, Barcelona, p. 56 – 59.
Fotografías
Virginia Leal © 2013
Enlaces
La excursión
se puede realizar o bien desde su sinuosa carretera o bien desde la estación
del tren de Sóller en el centro de Palma. Desde el valle de Sóller su famoso
tranvía nos conducirá al puerto. Una vez allí, una embarcación nos llevará
hacía Sa Calobra pasando previamente por una serie de acantilados que no
dejarán indiferente a nadie. Aquí tenéis el enlace dónde poder consultas
precios y horarios.