La Punta des Fenicis es un promontorio (una elevación) triangular que se adentra unos 600
metros en el mar. Está ocupado en gran parte por una necrópolis prehistórica
que constituye el monumento arqueológico más valioso de Son Real.
Esta necrópolis es un conjunto funerario que
reproduce algo parecido a una ciudad en miniatura al lado del mar. Tiene una
superficie de 800 metros cuadrados en los cuales han aparecido un centenar de
tumbas. Las edificaciones sepulcrales de la punta des Fenicis tienen
la apariencia de un edificio de época talayótica, pero en pequeña escala. Originalmente
estaban cubiertas de por losas de piedra y probablemente tenían algún tipo de
ofrenda o signo cultural exterior. Este lugar gozaba de mucha consideración
mágica-religiosa. En aquel tiempo los muertos eran temidos como una presencia
activa. Seguían protegiendo la comunidad y por eso los tenían que cuidar y
honrar.
Pero no todas las edificaciones seguían el mismo
modelo. Así podemos distinguir tres
tipos de tumbas:
- Las más antiguas son de planta cuadrada, rectangular
o circular. La que ha sido
considerada como la más antigua es la denominada tumba 2. Se puede reconocer
porque es la de planta circular que está más cerca de la parte de tierra. A su
alrededor encontramos otras tumbas de este núcleo original, de planta circular,
cuadrada y una rectangular y muy alargada (la tumba 5, al final de la línea que
forman las tres circulares). Esta primera fase se ha situado entre los siglos
VII y VI a.C. Por tanto, se trata de un momento en el que la cultura ibérica
peninsular se encuentra en sus inicios. Un siglo después de la fundación de
Roma y de la vida de Homero.
- Las micronavetas
o “santuarios en miniatura”. Las tumbas tienen un ábside redondeado y un cierre
recto en el otro extremo, reproduciendo la forma de una nava. Es la misma
planta que la de las navetas funerarias menorquinas y de los santuarios
talayóticos. Probablemente querían evocar estos edificios de culto. Corresponden
al siglo V a.C. cuando la influencia exterior comienza a ser patente en la
Mallorca protohistórica, sobre todo desde la Ibiza púnica. Temporalmente se
corresponde con la Grecia clásica en su momento de esplendor.
- Tumbas simples: en su mayoría de planta
cuadrada, sencillas y, a veces, concebidas como un simple aprovechamiento de
los espacios entre los otros monumentos. Es el momento final de la necrópolis,
situado entre los siglos IV-III a.C. el mundo vivía en aquel momento las gestas
de Alejandro Magno y las guerras púnicas.
Por tanto, la necrópolis de la punta des Fenicis es
una síntesis de la prehistoria de Mallorca. Encontramos desde la arquitectura
ciclópea y simbólica hasta las edificaciones más sencillas y funcionales.
¿Quiénes eran enterrados en ellas?
Si bien todavía no se sabe a ciencia cierta qué contenían
estas tumbas o quienes eran enterrados en ellas, conocemos muchos aspectos
parciales que nos ayudan a confeccionar un retrato.
Según los estudios realizados a los restos humanos
encontrados en ellas, parece que correspondían a individuos de categoría,
miembros de una clase dirigente. Así lo delata el carácter grácil de los huesos
y la ausencia de muestras de un esfuerzo muscular prolongado. Además, el número
de deposiciones funerarias supera los 400 individuos. Esto, teniendo en cuenta
los cinco siglos en los que funcionó, es una proporción muy reducida. Se ignora
dónde iban a parar los restos de la clase popular.
Entre los cadáveres estudiados hay una mayor
proporción de hombres (44%), en comparación de las mujeres (37%) y niños (2%). Esto
podría abundar en la creencia de que la sociedad talayótica tuvo un déficit
permanente de población femenina, tal y como revelan algunos autores clásicos
que aseguran que las esclavas podían costar hasta cuatro veces el precio de un
esclavo.
Respecto a la edad, la esperanza de vida apenas
superaba los 36 años. Pocos son los que llegaban a la cincuentena. La excavación
reveló que se practicaba la trepanación, es decir, la perforación del cráneo
con un objeto abrasivo. En algunos casos esta operación se hacía en vida ya que
el hueso había conseguido regenerarse. Otras veces incluso se realizaban hasta
siete trepanaciones después de la muerte. Aunque todavía es un misterio, es
posible que se tratase de una primitiva práctica terapéutica para casos de
fuertes dolores de cabeza o para finalidades mágicas y religiosas.
¿Qué contenían las tumbas?
Muchas de estas tumbas tenían dos fosas o regatas
talladas en la roca. Los cuerpos se disponían en una posición muy forzada,
amarrados para que quedaran encogidos. La razón la podríamos encontrar en una
costumbre ritual o bien en una forma de ganar espacio en el sepulcro.
Los materiales encontrados en los sepulcros no se
corresponden al mito de joyas y tesoros. La cultura talayótica era pobre en
recursos y los hombres y mujeres se dirigían a ultratumba con sus objetos de
prestigio y algunas ofrendas. Se encontraron puñales, puntas de lanza, hojas
cortantes, clavos y punzones.
Bibliografía
"Guía de Son Real". Autor:
Carlos Garrido. Publica: INESTUR (2008). Pág.: 103-105.
Fotografías
Virginia Leal © 2016
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