La historia
cuenta que el rey Jaume I conquistó Mallorca en el año 1229, dónde creó una
institución llamada el Gran y General Consejo, con poder sobre toda la isla.
En el año
1718, con los decretos de Nueva Planta de Felipe V, se podrujo el tránsito de
la Universidad de la Ciudad y el Reino de Mallorca al Ayuntamiento, y su poder
sobre toda Mallorca pasó a ser solamente sobre la ciudad de Palma.
Hoy en día la
plaza de Cort continúa siendo el centro de la vida municipal. El nombre de la plaza
proviene de la concentración en este lugar de buena parte de las antiguas sedes
de las cortes o curias feudales. La plaza se considera el kilómetro 0, lugar
dónde comienzan las principales carreteras de Mallorca.
La olivera de Cort. Este singular árbol, conocido como la Olivera de Cort, fue
trasplantado en 1999 desde Pedruixella Petit (Pollensa), en la Sierra de
Tramuntana, para ser plantado en la plaza de Cort, como un símbolo de paz y
arraigo a la tierra. En su lugar original sirvió de modelo a pintores y
fotógrafos. El Olivo de Cort está ubicado en medio de la plaza del mismo
nombre, justo delante del consistorio de la capital de Mallorca. El
propietario, al conocer el destino del olivo, la regaló al municipio. En ese
momento pesaba 3-4 toneladas. Rebrota al año siguiente sin problemas y se
encuentra en buenas condiciones vegetativas. Pese al traslado y a la edad,
sigue dando sus frutos cada año.
Si nos
fijamos, en él encontramos formas curiosas, como la denominada «la Oreja de
Mallorca» o la cara de un cabezudo. Se trata de un árbol catalogado y protegido
por la ley 6/1991, de Protección de Árboles singulares de las Islas Baleares.
La fachada
La fachada
barroca conforma la imagen característica del edificio. Fue sometida a
sucesivas reformas y fue declarada monumento histórico artístico el 3 de junio
de 1931. El edificio actual del Ayuntamiento, conocido popularmente como la
Sala, se levanta sobre el antiguo Hospital de Sant Andreu y sobre la
antigua Casa de la Universidad. No se tiene constancia del trazado del edificio
antiguo. Reproduce el esquema de la casa señorial mallorquina tradicional, en
forma de tres pisos decrecientes rematados con una impresionante saliente.
El 28 de
febrero de 1894, un incendio muy importante causó grandes desperfectos en el
edificio y destruyó prácticamente todo el interior. Este hecho motivó una nueva
reforma de la casa consistorial según el proyecto del arquitecto municipal
Manuel Chápuli.
El saliente,
obra de Gabriel Torres, es de pino rojo y de aproximadamente 3 metros de vuelo.
Está sostenido por 11 vigas en las cuales descansan de forma alternativa 6
figuras de hombres, los atlantes, y 6
de mujeres, las cariátides. Así, una figura femenina coincide con el sexto
tramo y marca el eje de simetría de la fachada.
El banco de la fachada. Dice la tradición popular que aquí se sentaban las
personas que no tenían trabajo, y que cuando les preguntaban: “i vós, por què
no feis feina?” la respuesta, con pocas variantes, solia ser. “jo, si no fos
pel meu reuma, el meu braç…, ja treballaria, ja però…”. Por eso se le llama el banc dels vagos (el banco de los vagos)
o el banco del “sinofós” (si no fuera por…).
El reloj y otros símbolos
El reloj se conoce popularmente con el nombre de En Figuera, en recuerdo de
Pere Joan Figuera, fundador de la primera campana que hubo en el siglo XIV.
Durante siglos estuvo situado en una torre de la calle de la Victoria, demolida
en el siglo pasado. Su colocación en la fachada del Ayuntamiento data de 1849 y
el reloj actual fue fabricado 14 años después.
Un caracol y un dragón representan las firmas del maestro picapedrero Jaume Caragol
y el maestro escultor Francesc Dragó, que esculpieron en la fachada los símbolos
de sus apodos.
El interior del Ayuntamiento
La Biblioteca Pública Municipal se encuentra en el vestíbulo del Ayuntamiento desde
el año 1927, en el espacio que antes ocupaba el cuartel de bomberos. Del Hospital de Sant Andreu, lugar dónde se
reunía el Gran y General Consejo, hoy en día solo queda un portal gótico con
los escudos de la ciudad y con las puertas de madera blasonada situado en el
interior de Cort, donde se puede apreciar, grabado en la piedra, el escudo de
Mallorca.
Los gigantes actuales del Ayuntamiento de Palma datan del año 1961, y por
iniciativa popular se les bautizó con los nombres Tòfol y Francinaina. Están
hechos de madera y cartón, hacen 4,20 metros de altura y van vestidos a la
antigua. Al lado hay dos gigantes más, una copia de unos que había a principio
del 1900 y que se perdieron durante la Guerra Civil española. Están hechos de
aluminio y resina, hacen 3,80 metros de altura y pesan 30 kg. También se llaman
Tòfol y Francinaina. En la escalera hay dos gigantes más, un grupo de xeremiers: uno con el tamboril y el
flautín, y el otro con la chirimía.
La escalera de honor fue concebida por el arquitecto Gaspar Bennàzar. Es una escalera
suntuosa de influencia francesa. En el frontal hay esculpidas en la madera las
figuras de los maceros elaborados por Joan Monserrat, el dragón alado que
coronaba el yelmo del rey Jaume I y dos escudos: el escudo con las armas reales
de Aragón y las del Reino de Mallorca. En el paramento del fondo que
corresponde al inicio de la escalera hay dos pequeños relieves, uno a cada
lado, que representan una tortuga y una rana. Estas figuras datan de 1926,
cuando se construyó la nueva escalera de honor. La tradición popular cuenta que
las obras de la escalera se hacían muy lentamente y además se trabajaba en
tramos desordenados. Es decir que las obras iban a paso de tortuga y a salto de
rana.
La planta noble
El arca de las insaculaciones data del siglo XVII y se guardaban los cuatro sacos
que contenían los nombres de los que podían ser jurados de la ciudad. Una vez
al año, el arca se abría y un menor de 7 años era el encargado de sacar los
boletos con los nombres de los nuevos
jurados. Este procedimiento se llamaba “a
sac de sort”. Sac (saco) porque
los nombres estaban dentro de un saco y sort
(suerte) porque debías de tener mucha suerte para que saliera tu nombre.
En una vitrina aparecen expuestas unas copias del estandarte del rey Jaume I, del yelmo del casco de Martí I el
Humano con que tradicionalmente se ha representado el rey Jaume I y de las mazas que llevaban los maceros cuando
acompañaban a los jurados por la ciudad. También se puede ver el bastón de
control del alcalde, símbolo de autoridad del cabeza visible del Ayuntamiento.
Destacan también tres obras
pictóricas, estas son Martiri de
Cabrit i Bassa, ejecutados por su fidelidad al rey Jaume II; Sant Sebastià, pintura atribuida a Van
Dyck que representa al patrón de la ciudad, sant Sebastià. La leyenda cuenta
que el 1523 una epidemia de peste que asolaba la ciudad de Mallorca cabó de
pronto el mes de agosto con la llegada de una reliquia del santo. Como
agradecimiento por la protección y las curas, sant Sebastià goza de gran veneración
y en 1634 fue llamado oficialmente patrón de la ciudad, y el Enterramiento de Ramón Llull.
El antiguo despacho del alcalde
contiene un mobiliario antiguo interesante en el cual destacan las pinturas de
El retrato de Ramón Llull, de Ricard Anckermann, la pintura de los jurados
venerando la Inmaculada y la pintura que representa la dormida de la Mare de
Dèu. Destaca también la alcaldía, vestíbulo de entrada que da al balcón
principal de la fachada.
La sala de plenos
Recubriendo
las parees tenemos la galería de hijos ilustres de Mallorca. La tradición,
instituida por el Gran y General Consejo, de proclamar hijos e hijas ilustres y
de colocar su retrato en la sala de plenos, la continuó el Ayuntamiento de
Palma hasta el día de hoy. En las dos ventanas reconocemos las figuras de los maceros, símbolos representativos de los jurados de la ciudad (ver leyenda),
envueltos por los escudos de los pueblos de Mallorca.
Pero lo que
más destaca es una pintura de 1621 que
representa al rey Jaume I. Cada 31 de diciembre lo exponen en la fachada
del Ayuntamiento, desde dónde preside la Fiesta
del Estandarte.
Fuente: El Ajuntament de Palma
Fotografías: Virginia Leal
Fuente: El Ajuntament de Palma
Fotografías: Virginia Leal