Las casas de
Son Marroig se encuentran en la carretera que va desde Valldemossa a Deià
(Ma-10, Pollença-Andratx, km 65,80). El camino de las casas baja hasta el
mirador del Galliner, desde dónde podremos apreciar una espectacular vista de
La Foradada.
Comenzaremos
nuestra ruta dejando a nuestra derecha este mirador y giraremos a la izquierda,
dónde se alzan las casas de Son Marroig, con una torre de defensa del s.XVI y
la casa museo del Archiduque Luis Salvador. Pronto nos encontraremos con un
cartel que nos advierte que conviene pedir permiso a las casas para continuar
por el camino que nos conducirá a La Foradada. Dejaremos las casas y el gran
aljibe a nuestra derecha y proseguiremos nuestra marcha hasta encontrarnos una
barrera metálica que hemos de franquear. El primer tramo del camino es
cementado. Al lado de una barrera situada en la pared de la derecha podremos
apreciar la silueta del mirador de Son Marroig, el templete jónico. Mientras, a
la izquierda, se extienden una infinidad de olivos. Avanzamos y dejamos a
nuestra izquierda un camino que conduce a un chalet. Unos metros más adelante,
llegaremos al mirador de La Foradada,
que queda a la derecha del camino.
El mirador de La Foradada tiene este nombre
porque precisamente desde allí se contempla este saliente de tierra. Una
pequeña pared protege el costado norte, hacia donde encontramos la mejor vista;
en el centro del pequeño recinto hay una mesa de piedra picada que se colocó
encima de un viejo tronco de olivo.
Desde el
mirador de La Foradada, se acentúa más la bajada con un giro a la derecha y
otro a la izquierda, hasta que llegamos a la base de una timba, de formas
fantasiosas, que se alzan a nuestra derecha, son las llamadas cuevas de Son
Marroig. Seguimos bajando por el camino de carro de La Foradada. Después,
pasaremos por una torrentera con un vado empedrado. Continuamos el descenso y,
a unos 15 minutos, llegamos al mirador
del Rotlo Gros. Este mirador se construyó sobre un peñasco que quedó
aislado cuando se hizo el camino de La Foradada. Se llega por una escalera
altenera, de 22 escalones de piedra, que conduce a la cima del peñasco, donde
hay una explanada de forma circular, de dónde le viene el nombre rodeada por
una pared de protección.
Desde el
mirador del Rotlo Gros, camino abajo, deshacemos tres giros más y pasamos por
un vado empedrado, dónde se notan lo efectos de los desprendimientos. Después
del giro siguiente, llegamos al coll de La Foradada. Este sitio es un cruce de caminos, ya que hacia la izquierda parte
el camino de la Mar, que comunica con el Guix, mientras que a la derecha
continúa el camino de La Foradada, al
lado de la cala del Cocó. Si avanzamos momentáneamente por el camino de la Mar,
comprobaremos que era una vía importante, de carro, que llegaba hasta S´Estaca,
pero que actualmente se encuentra completamente destruida.
Desde el cuello
de La Foradada, avanzamos en dirección al extremo de la península, hacia
nuestra derecha, por camino plano y sugerente vista. El mar queda a nuestra
derecha, separada por el camino por una pared de protección, mientras que el
resto del istmo de la Foradada se mantiene a la izquierda, con rocas naturales
talladas. A unos 6 o 7 minutos del primer cuello, seguimos un giro a la
izquierda, con un pequeño espolón a la derecha llamado la punta Prima; si
miramos por este lado, hacia el nordeste, veremos como la línea de costa se
alarga hasta el cabo Gros de Sóller. Después de la vuelta del camino, nos
dirigimos hacia el segundo cuello de la Foradada. Llegaremos enseguida y
observaremos que, a la izquierda, queda una casa abandonada. Si miramos el
peñón de la Foradada, a la derecha queda la caleta de la punta Prima, mientras
que a la izquierda, delimitado por el morro de la Foradada, está el rincón de
la Foradada, una pequeña cala con restos de un pequeño muelle que ya empleaba
el Archiduque. Una caseta acoge el bar-restaurante, abierto en verano.
Se puede subir
a la cima de la Foradada, en 10 o 12 minutos (no incluidos en la duración de
esta ruta ya que es opcional), pero después de superar un dificultoso paso, con
grimpada incluida por las rocas. El
paso nos deja en un collado, desde donde, hacia la izquierda, por un caminito
de cabra y rocas, vamos subiendo por la carena de este mágico peñón. Llegaremos
al vértice superior, encima del famoso agujero, coronado por un hito poliédrico
puesto con motivo de la triangulación de 1893, por la tripulación del vapor
Vulcano. Nos encontramos a 85 metros de altitud.
Desde la cima
de la Foradada, volvemos hacia atrás por el mismo camino, inicialmente al
cuello cerca de la roca, y después al cuello de la Foradada, dónde comenzaremos
la subida. Desde prácticamente el nivel del mar, tenemos que volver a las casas
de Son Marroid y la carretera, situados a 270 m de altitud. Pasamos por el
mirador del Rotlo Gros y, camino arriba, llegaremos de nuevo al mirador de la
Foradada, desde dónde rápidamente llegaremos a la barrera metálica que nos deja
nuevamente en las casas de Son marroig, dónde acabamos la excursión.
Bibliografía: "Guia del paisatje cultural de la Serra de Tramuntana", de Gaspar Valero
Traducción: Virginia Leal
Fotografía. Virginia Leal
Bibliografía: "Guia del paisatje cultural de la Serra de Tramuntana", de Gaspar Valero
Traducción: Virginia Leal
Fotografía. Virginia Leal