miércoles, 25 de julio de 2012

El Castillo de Bellver

Breve historia del castillo

El término Bellver fue un estilo medieval de denominar una fortaleza situada en un mirador sobre paisaje. Se podría decir que la ciudad de Mallorca fue el bellver del castillo de Palma.

Cuenta Jaume I (conquistador de Mallorca en el año 1229) que vió la más bella vista que hubiera visto jamás cuando la divisó desde la sierra de Portopí. Por tanto, es muy posible que la concepción del castillo fuera de él y no de su hijo Jaume II, el que lo construyó.

La ciudad de Mallorca presentaba un punto débil respecto a su defensa. En el norte está la Serra de Tramuntana, en el sur el mar y en el este el plano, con todos sus elementos de defensa naturales. En cambio, poniente, era un acceso fácil para los posibles invasores. Precisamente, en el año 1.229, las tropas de Jaume I accedieron a la ciudad por este paso, desde donde llegaron a las murallas de Medina Mayurqa. Un vez conquistada la isla por los cristianos, se decidió defender este canal construyendo el castillo de Bellver como respuesta a la necesidad militar y de defensa.



Se duda sobre su inicio en el 1.300, pero se da por hecho que estaba acabado en el año 1.312. El castillo se levantó en menos de 10 años gracias a una legión de canteros, artesanos, esclavos, etc. Tanta era la prisa que tenía el primer rey de Mallorca por ver la obra acabada que habilitó los días festivos para el trabajo. Su programa admnistrativo y edilicio muestran la urgencía de construir un reino perdurable más allá de su persona.

Visto desde el exterior, el macizo circular impone una imagen de bastión militar, pero a medida que accedemos al castillo esta idea queda dispersa por la ligereza del patio. El aspecto palatino que la profusión de colores confería al castillo se correspondía con el uso recreativo que Jaume II quiso dar al puig de Bellver. El bosque fué acondicionado como dehesa cinegética y se habilitaron centenares de madrigueras para conejos. Jaume II murió en el 1.311 sin tiempo para disfrutar del castillo y fue su hijo Sancho I de Mallorca (1.277 - 1.324) quien dió la vida cortesana al castillo de su padre.

Se ha especulado sobre la existencia de una pasadizo subterráneo que llega al Palacio Real de la Almudaina, como sistema secreto en caso de escapada del Rey Jaume II. Esta leyenda tiene de cierto los túneles que perforan el puig de Bellver. Éste, además, tiene algunas cuevas naturales y dos artificiales muy profundas. El castillo se levanta sobre este monte a costa de haberlo excavado y cuya piedra se utilizó para la construcción del mismo.

Con una vida cortesana efímera y esporádica, sin una história militar aparatosa, el castillo de Bellver produce dudas sobre su pasado y la sugestión de aquello intemporal.De ahí que el arquitecto norteamericano Arthur Byne, a principios del S.XX, viera el castillo como una de las piezas más bien conservadas de la arquitectura medieval europea.

El edificio

La planta del castillo presenta una circunferéncia perfecta, flanqueada por tres torres semicirculares adosadas, cada una de las cuales marca uno de los puntos cardinales. La torre sur es más grande que las torres del este y oeste. Una cuarta torre, la del homenaje, está separada del castillo en la parte norte y mide 33 metros de altura. En medio de este se encuentra el patio de armas a partir del cual se articulan todas las estancias. Dos siglos más tarde, cuando la técnica hace cambiar notablemente el arte de la guerra, se construyeron unas terrazas para poder instalar los cañones.




El alzado
  • La planta baja exterior. El muro es de piedra arenosa extraída del subsuelo que envuelve al castillo. Todavía hoy en día se pueden apreciar las marcas que hacía "els picapedrers" sobre cada mitad de piedra que realizaban para así saber cuantos habían hecho. La muralla es lisa y sólo se ve interrumpida por las torres, las atalayas y unas pequeñas aberturas rectangulares denominadas troneras.

  • Los portales de entrada. Son dos puertas: la principal está protegida por un matacán y en el lado izquierdo todavía hoy podemos observar dos pequeñas aberturas que acojen las poleas de madera que servían para levantar el puente levadizo. La otra puerta, conocida como el "portal de la reina" es de dimensiones más reducidas.
  • La terraza. En la parte superior del castillo localizamos las torres semicirculares y las atalayas que envuelven la terraza de este. Las atalayas, vistas desde fuera, parecen enormes embudos. En los muros de las torres observamos multitud de grafitis de los diferentes presos que acogió el castillo tiempo atrás, como Jovellanos. La terraza redonda ofrece al visitante una espectacular panorámica de Mallorca de 360º.


  • La torre mayor o del homenaje. En la parte interior se localiza el aljibe, que sirvió de prisión. Este hecho no hace más que reiterar la voluntad de dotar a esta torre de cierta autonomía en caso de tener que recluirse por causa de un ataque exterior. Esta acaba coronada por multitud de modillones que la envuelven. El muro está salpicado por ventanas de medio punto y por las defensivas troneras que iluminan las cuatro cámaras que se superponen y dan luz a la escalera de caracol que desde la base asciende hasta el mirador de la torre. Se accede a la torre mediante un puente que descansa sobre un arco apuntado a la altura de la terraza del castillo.

El recorrido

  • La entrada. Accedemos al castillo por el portal mayor. Si alzamos la cabeza observaremos que la cubierta es de bóveda de cañón, cubierta que originariamente debió ser de madera. Desde este podremos acceder a la planta superior por unas escaleras actuales.

  • El patio de armas. Desde la entrada, topamos con la clastra, redonda, portalada por arcos de medio punto y, en el centro, el pozo. El pórtico circular está cubierto por vigas de madera. En el muro del patio vemos 17 puertas que dan acceso a las cámaras de la planta baja. Originariamente, estas estancias acogían a la tropa y el servicio que residía en el castillo.

  • La loggia. Accedemos a esta desde la escalera situada justo en la entrada al castillo. La planta también está porticada pero los arcos son de apuntados soportados por 42 columnas cuya disposición provoca una ilusión visual de arcos entrecruzados. Sus capiteles están adornados con follajes estilizados.


  • Las pinturas murales. Las 11 ventanas junto con los 14 portales de las habitaciones de la planta principal son las encargadas de llenar de luz las curvas salas. Su muro se caracteriza por ese marrón suave que tiene el marés, pero que en otro tiempo fueron de vivos colores o emblanquecidos. En el año 1.309 estas se adornaron con pinturas murales donde se representaban follajes, elementos geométricos o cortinajes. La cubierta de las cámaras es de piedra, de bóveda de crucería. Las diversas estancias que configuran la planta principal, todavía conservan su toponimia: la cocina, la habitación del rey, la habitación de la reina o la capilla de San Marco, dónde el presbiterio está separado del rsto de espacio mediante una celosía.


El museo

En septiembre de 1.931 el gobierno de la II República acordó la cesión del bosque y del castillo de Bellver al Ayuntamiento de Palma para dotar a la ciudad de un pareque público y un museo de arte.

En 1.974 se creó el actual Museo de História de la Ciudad de Palma fruto e un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Palma y la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura. Este acuerdo da prioridad a las obras artísticas, planos, maquetes y objetos relacionados con la ciudad de Palma y su evolución urbana.

El museo lo encontramos en la planta baja del edificio, en las habitaciones que envuelven el patio de armas y se distribuyen en 8 salas que corresponden a las diferentes etapas de la evolución de la ciudad. Cada sala contiene las piezas imprescindibles para entender una época de la historia de la ciudad.

La colección Despuig de escultura clásica

En el año 1.923 el Ayuntamiento de Palma adquirió buena parte de la colección escultórica del Cardenal Despuig. Desde 1.995 esta colección se expone en la planta noble del castillo ocupando tres salas entre las torres sur y de poniente.




Dirección y datos de contacto
:
Camilo José Cela, s/n. 07015 (Palma)

Tel.: 971 730 657 / 971 451 203