viernes, 15 de junio de 2012

El Arco de la Drassana. los jardines de S´Hort des Rei.

El Arco de la Drassana - más conocido por todos como el arco que encontramos en el estanque de los cisnes de los jardines del Parc de la Mar, junto a La Catedral y el Palacio de la Almudaina - es de origen islámico. Es casi probable que date de la primera época musulmana, durante el periodo califal cordobés (siglo X) y el cual representa el gran poder naval islámico-mallorquín de aquella época.



Se encuentra ubicado entre los jardines de S´Hort des Rei y el Parc de la Mar, y bajo el Palacio de la Almudaina. Este arco daba acceso directo desde el mar al muelle del Palacio de la Almudaina, que era un pequeño puerto privado de los governantes musulmanes de Mallorca, puesto que el puerto de la medina se encontraba ubicado uno poco más lejos, en dónde hoy encontramos Porto Pí.

Arquitectónicamente podríamos decir que es un arco semicircular que presenta una anchura de luz de unos 18 metros.



Es importante saber que este arco fue ciego durante muchos siglos, ya que no fue hasta la década de los 60, a raíz de unas obras que se estaban realizando el en Palacio de la Almudaina, que se descubrió y, posteriormente, se restauró.

Justo al lado del estanque dónde se encuentra el arco, podemos pasearnos por los jardines de S´Hort des Rei. Este fue un jardín medieval situado al lado del Palacio de la Almudaina
que perduró hasa el S.XIX, época en la que lamentablemente fue urbanizado.



A principios del S.XIV, con el reinado de Jaume II de Mallorca, este jardín tuvo su época de máxima esplendor, dónde podíamos encontrar plantados árboles frutales, flores y hortalizas. Incluso se criaban pequeños animales.



Fue también con esas obras del proyecto de recuperación del entorno del Palacio de la Almudaina, en 1960, cuando los edificios que habían construdio fueron derribados para volver a hacer unos jardines con diseño historicista. El arquitecto al cual encargaron tal tarea fue el mallorquín Gabriel Alomar, el cual combinó elementos tradicionales del jardín mallorquín, como la pérgola, con otros de inspiración andalusí, como la alberca con surtidores. Pese a que no se conserve prácticamente nada de los jardines medievales originales, es grato dar un paseo bajo la sombra de sus árboles y dejarse llevar por el sonido del agua que mana de sus variadas fuentes.



Mención especial hay que hacer a dos de las esculturas que en este jadín podremos encontrar:
  • Es Foner de Llorenç Rosselló. Data del año 1898 y su material es de bronce. En ella vemos claramente una influencia del escurltor Rodin: la torsión del cuerpo del hondero y la tensión de los músculos en el movimiento.
  • Jónica de Josep Maria Subirachs. Data de 1983 y su material es de mármol. Se trata de una curiosa escultura con forma de columna jónica en la que el fuste es el cuerpo de una mujer, mientras que las volutas son los pechos. En el pedestal de esta columna podemos leer unos versos del poema Canción de Jonia, del poeta egipcio Constantino Cavafis (1863 - 1933).