El Canto de la
Sibila
(el Cant
de la Sibil·la en mallorquín) es un drama litúrgico de melodía
gregoriana que tuvo mucha difusión durante la Edad Media en el sur de Europa y
que se interpreta en la versión catalana de forma tradicional en la Misa de
Gallo en las iglesias de Mallorca (especialmente en el Monasterio de Lluc y en
la Catedral de Palma) y en Alguer, un pueblo de Cerdeña.
Estos
dos son los únicos lugares dónde perdura esta tradición desde la Baja Edad
Media hasta nuestros días, habiendo quedando finalmente inmune de la
prohibición acaecida en el Concilio de Trento, 1545 - 1563. Precisamente por
ello, el día 16 de noviembre de 2010 fue declarado por la UNESCO Patrimonio
Inmaterial de la Humanidad. Anteriormente declarado Bien de Interés Cultural
(BIC) por el Consejo Insular de Mallorca el 13 de diciembre de 2004.
La
Sibila es una profetisa del fin del mundo de la mitología clásica que se
introdujo y adaptó al cristianismo gracias a la analogía que puede establecerse
entre dicha profecía y el concepto bíblico del juicio final.
Este famoso canto se interpreta la noche del 24 de diciembre en todas las iglesias de la isla de Mallorca, durante el oficio de maitines de la vigilia de Navidad. Lo entonan un muchacho o una muchacha, a quienes acompañan por lo menos dos acólitos (niños o niñas). Durante el canto van recorriendo la iglesia en procesión hasta llegar al coro: el cantante camina con una espada que mantiene erguida delante del rostro y los acólitos lo rodean llevando cirios encendidos. Al finalizar la procesión, el cantante traza una cruz en el aire con la espada.
Las
versiones del canto interpretadas en la isla se ejecutan a cappella, con un toque
de órgano entre dos versículos, y no se apartan apenas de su origen gregoriano.
La indumentaria del cantante suele comprender una túnica blanca o de color con
bordados en el cuello y el dobladillo, así como una capa. Un tocado del mismo
color que la túnica completa su atuendo.
Todas
las parroquias de Mallorca practican este rito, en el que participan
conjuntamente todas las generaciones, adultas y jóvenes, para garantizar su
transmisión a la posteridad, desempeñando las funciones de cantores u oficiantes,
confeccionando los vestidos y realizando diversas tareas complementarias.
Fotografías: Donald Murray (primera) y Joan Ferrà (segunda).
Webgrafía:
Fotografías: Donald Murray (primera) y Joan Ferrà (segunda).
Webgrafía:
- http://www.unesco.org/culture/ich/index.php?lg=es&pg=00011&RL=00360
- http://es.wikipedia.org/wiki/Canto_de_la_Sibila