Hace casi poco más de un mes, los habitantes de toda la isla tuvimos uno de los más increíbles, asombrosos y curiosos despertares: Mallorca cubierta de un manto blanco, ¡había nevado!.
Tal fue la expectación, que media isla cogimos cámara en mano para fotografiar esa bella estampa antes de que desapareciera; si bien es cierto que pudimos disfrutar de ella unos cuantos días más.
Aunque hace ya unos días que en la Serra de Tramuntana (donde aun podíamos encontrar los remanentes de esos días) ya no quede prácticamente nada, quiero compartir algunas de esas fotos que hice para recordar un fenómeno del que no sabemos si volveremos a ver algún día.