martes, 16 de abril de 2013

Excursión: "Barranc de Biniaraix. De Sóller al Puig de l´Ofre"



El Barranc de Biniaraix es la fusión de la naturaleza con la mano sabia y artesana del hombre para crear un paraíso acogedor y ciclópeo a la vez. Desde la alta llanura del valle de l´Ofre baja el barranco hasta el valle de Sóller, escondiéndose de salto en salto, entre ses Solanes por una parte, y la Serra d´Alfàbia por otra, rozando los pies de los altivos Cornadors.

Este magnífico lugar estaba antiguamente lleno de vida y actividad agraria. La antigua alquería del Barranc, parcelada en pequeñas propiedades, era labrada por sus propietarios con cuidado y dedicación. El valle de Sóller, cien años atrás, tenía escasas vías de comunicación con el resto de la isla: el Camí de Castelló que enlazaba con Deià y Valldemossa, el Camí de Ciutat que le daba acceso a las tierras del Pla y el Camí de l´Ofre que le abría el paso hacia la Serra; para el transporte, la vía más común era por mar, del Port de Sóller al Port de Andratx o al Moll de Ciutat. Los otros caminos le permitían llegar justo a los límites de los vecinos municipios de Bunyola y Escorca. El Camí de l´Ofre, además de vía de comunicación era, y todavía es, ruta de peregrinos al Santuari de la Mare de Déu de Lluc.

Actualmente, el Barranc de Biniaraix y el Camí de l´Ofre son un lugar privilegiado para los excursionistas, especialmente en primavera. En este mágico paraje encontramos la más diversa variedad de elementos, ya sean naturales como fruto de la mano del hombre: garrig baja y de montaña, olivos y encinas, torrentes con saltos y pozos de ensueño, caudalosas fuentes naturales, acantilados, obra de pedra en sec, restos arqueológicos y construcciones autóctonas, etc.

Ruta: “El Barranc de Biniaraix. De Sóller al Puig de l´Ofre”


Comenzamos la excursión en Sóller. Desde la carretera del Port, delante del camino del Rost, nos dirigimos a la plaza de Sóller y avanzamos por el carrer de la Lluna. Llegamos a ca la Creu y pasamos por l´Alqueria del Comte, siempre al lado del torrente. Poco después llegaremos al precioso pueblecito de Biniaraix. Una vez allí, unas escaleras empedradas a la izquierda de la carretera nos permitirán introducirnos en un maravilloso conjunto arquitectónico, presidido por la omnipresencia de la piedra. El empedrado de las escaleras continua por el carrer de Sant Guillem y, pasada la Plaça de la Concepció, aparece de nuevo el asfalto hasta llegar a los lavaderos de la villa, delante de las nobles casas de Cas Don, con fachada ornamentada con el gran escudo barroco de la familia Bauçà. Continuamos el camino al lado de estas casas dejando a mano izquierda el Camí Vell de Monnàber y transitamos ahora por un camino de carro. Poco después uan nueva desviación a la izquierda nos ofrece la posibilidad de acceder a los olivares de cas Don, pero nosotros continuamos recto entre marges y empedrados.

Hemos llegado al Torrent des Barranc. El camino atraviesa el torrente y se enfila por dos curvas muy elaboradas hasta llegar a un primer punto de abastecimiento de agua. La ascensión se suaviza y si nos fijamos podremos observar a la derecha, los rastros del Camí Vell. Por entre marjades de olivos llegamos de nuevo al torrente y lo cruzamos, bien por el mismo cauce del torrente o por el puente de cemento.

Inmediatamente después llegamos a uno de los rincones más excepcionales del Barranc, ses Voltetes. Se trata de una zona donde el camino supera un importante desnivel con una serie de vueltas muy bien conseguidas y totalmente integradas en el paisaje. Finalizada esta subida volvemos a encontrar un grifo que nos proporciona agua de la Font des Verger.

Llegamos a s´Estret y de nuevo la arquitectura popular se levanta como protagonista principal. Destacan aquí el empedrado del camino, la canaleta de la Font des Verger, un interesante puente de piedra por donde volvemos a cruzar el torrente y, en el cauce del torrente, los restos del antiguo trazado del camino, también empedrado.

El camino sigue su sinuoso trayecto y el próximo hito destacable es un nuevo puente en esta ocasión de madera, que se encuentra poco antes de las casas de Can Silles. Antes de llegar al puente, nos encontramos con un camino que, partiendo de nuestra izquierda, conduce a los olivos de la vertiente sur del Morro de ses Solanes. Es el camino de Can Fusta.

En las mismas casas de Can Silles encontramos otro camino relevante, el Camí des Verger, que se enfila también por nuestra izquierda, en dirección a la Font des Verger. Nosotros seguimos por el camino, que  suaviza momentáneamente los desniveles y posteriormente gira de repente a la izquierda, dejando a mano derecha el Camí Vell y el Camí de s´Aladern.

La subida continua con numerosas curvas y progresivamente vamos dejando atrás parejes como sa Campana, les Coves d´en Mena (grandes grutas de color rojizo, visibles incluso desde Sóller) y el Salt des Cans, donde la tradición asegura que se lanzaban hacia el precipicio del torrente los perros enfermos o muy viejos. Ya casi hemos acabado casi toda la ascensión y nos encontramos ahora con la Barrera de l´Ofre, que nos informa de la presencia de ganado bovino en la zona. El próximo punto es el lugar conocido como el Pi des Llamp, desaparecido hace ya mucho tiempo, desde donde se comienza a divisar la vall de l´Ofre. Antes de entrar en el valle, nos fijaremos en el antiguo trazado del camino, que evitaba las casas de l´Ofre, y se enfila por nuestra izquierda, en dirección al Coll de l´Ofre. Dejamos de lado las casas de l´Ofre a nuestra derecha y continuamos por el citado camino.

Continuamos por el amplio camino, hastq ue, hacia la derecha y con las indicaciones del GR, cogemos el Camí Vell; la pista moderna queda en este primer tramo de subida a la izquierda. Después, el Camí Vell atraviesa la pista, que ahora queda a la derecha. Enlazamos con esta amplio camino justo antes de llegar al Coll de l´Ofre, en el margen de la bifurcación del camino hacia la cima del Puig, que parte por la derecha. Hemos llegado por fín al Coll de l´Ofre, donde podemos observar una cruz de hierro, mientras que a nuestra derecha se alza la formidable silueta cónica del Puig de l´Ofre. La vista sobre la depresión de las casas de l´Ofre y la espléndida panorámica del Puig Major y el embalse de Cúber hacen de esta excursión una de las más bellas de la isla de Mallorca.

Finalmente, volveremos por el camino por dónde hemos ascendido, de vuelta a la vall de Sóller.

Bibliografía: “Barranc de Biniaraix. Guia d´interpretació del medi”, Consell Insular de Mallorca.
Bibliografía: “Guia del paisatge cultural de la Serra de Tramuntana”, Gaspar valero i Martí.
Fotografías: Virginia Leal.